viernes, 28 de mayo de 2010

LO QUE CUENTAN LOS DÉCIMOS

Muchas veces puedes adivinar por el estado de los décimos muchas cosas y es que algunos hablan por sí solos.

Ejemplos:

Hoy ha venido un señor cuyos décimos contenían un kilo de tierra.Se puede sospechar que es un trabajador del campo...Cuando va a arar sus tierras saca todo el contenido de sus bolsillos y lo deposita en una esquina de su terreno...El aire hace que la tierra traspase y se mezcle con todas sus posesiones incluidos estos décimos.

Otros llegan arrugados...De estos se puede suponer que su dueño tenía prisa y los ha metido de cualquier manera en su bolsillo o que le importa poco el hecho de que se estropeen más o menos...Son clientes desastres.

Algunos los entregan impecables...Son personas ordenadas...los sacan de sus correspondientes plásticos y los van entregando como recién salidos de fábrica.

Hay otros que llegan desgastados del paso del tiempo a consecuencia del olvido en un cajón, muchos han caducado y no tienen valor.

Otros son víctimas de la gravedad...Los que se le ha derramado el café encima, los que la mancha de aceite cubre gran parte de ellos, los que huelen a fritura porque están expuestos en el ambiente de un bar de tapas.

Hace poco vino uno manchado de sangre, el hombre tenía una pequeña herida en el dedo, ese no me hizo mucha gracia pero bueno lo cogí por otro lado y ya está.
Me pasa igual con los boletos que la gente impregna en saliva, odio ese gesto, no puedo, es superior a mi, me da mucho asco tener que tocar el boleto sabiendo que es de un desonocido...Así que si alguno de mis clientes me lee: ¡¡por favor dejad de hacerlo!!